La alfalfa deshidratada se ha convertido en los últimos años en un producto con una gran demanda desde el mercado internacional. Son muchos los agricultores nacionales que exportan sus pacas o balas de alfalfa deshidratada, situando a España, en los últimos 10 años, como segundo país exportador de alfalfa deshidratada.
Según datos de la Asociación Española de fabricantes de Alfalfa deshidratada (AEFA), en la campaña 2020/2021, tres cuartas partes de la producción española se destinó al mercado internacional, entre otros, a Emiratos Árabes, China, Japón, Arabia Saudí y Corea del Norte.
¿Cómo se realiza el proceso de deshidratación de la alfalfa?
La deshidratación de la alfalfa consiste en someter a diversos procesos de deshidratación de la misma para reducirle la humedad en un elevado porcentaje, consiguiendo la conservación correcta del producto durante más tiempo sin sufrir variaciones en sus propiedades.
En un primer momento y, tras recibir la mercancía por parte del agricultor, se clasifica por partidas y calidades. A continuación, comienza el proceso de deshidratado, aportando calor a la alfalfa para evaporar el agua, hasta llegar al producto final, pudiendo ser empacado (balas o pacas) o granulado.
Tras enfriar la alfalfa, se forman las balas o pacas, para posteriormente, envolverlas con cuerda, la cual fabricamos en Reyenvas proporcionando un producto de alta calidad y más fino que puedan disminuir los costes de la empresa, fleje o alambre. El tamaño de las pacas oscila entre los 450 kgs a los 800 kgs. Se caracterizan por su gran estabilidad y larga conservación, gracias a la eliminación de la humedad de la alfalfa.
El uso de cuerda de polipropileno en el empacado de las balas, ofrece numerosas ventajas frente a otras alternativas como pueden ser: mayor seguridad para el animal (ante una posible ingesta), menor desgaste en los atadores de la prensa, o un ahorro en costes por el menor precio del producto.
Contamos con varias opciones de cuerda para empacar, consúltenos si lo desea.